Sobre el término de una etapa y nuevos comienzos
El fin de semana pasado nos cambiamos de oficina. La anterior tenía muchas cosas buenas, aparte del cariño que le tomamos por ser nuestra primera oficina, pero las desventajas ya eran demasiadas (5to piso sin ascensor, espacio demasiado pequeño, paredes de madera con las que no podíamos hacer nada, piso alfombrado, baño bastante menos que perfecto), así que decidimos dar un paso y buscar una oficina más grande.
Esta decisión la tomamos justo cuando se cumplía un año desde que empezamos con las carcasas, y al parecer fue el momento justo porque encontramos una linda oficina a una cuadra de nuestro nuevo departamento, en el barrio Bellas Artes (si bajas al final de esta página verás nuestra dirección nueva). Pero con todo este movimiento nos pusimos a pensar en todas las cosas que han pasado durante este último año. Al tener que sacar y empacar todo lo que tenemos, empezamos a encontrar las cosas que estaban más al fondo, las cosas que no veíamos hace meses, las cosas que preferimos guardar y no dejar a la vista, todos los errores que cometimos, todos los proyectos que dejamos a la mitad, todo lo que nos da vergüenza admitir que en algún momento pensamos que podría ser una buena idea. Y era un gran cerro de cosas el que sacamos. ¿En qué minuto nos equivocamos tanto? Por suerte esas cosas ya llevaban varios meses guardadas, cada una de las heridas que causaron ya estaban bien sanadas así que nos dieron más risa que vergüenza o lástima, de hecho fue un tanto catártico cuando tomamos todo y lo botamos a la basura.
También nos hicieron pensar en las cosas que hemos hecho bien, en todo lo que sí ha resultado. Tenemos tantos motivos por los que estar agradecidos, creo que esta mudanza nos dio una fuerza nueva para seguir trabajando y tratando de hacer mejores cosas cada día. Pensar en todas las cosas que hemos hecho bien nos llenó nuestra cabeza de proyectos aún mejores. Ahora estamos en esta oficina antigua/nuevaparanosotros, tenemos más espacio, piso laminado, techo alto y paredes blancas que están esperando a ser rellenadas con nuevas ideas. Lo que no quiere decir que sea perfecta… no sé cuánto tiempo va a pasar antes de que nos saque de nuestras casillas la humedad del baño que hinchó el piso y lo dejó irregular, o que la señal de teléfono se consiga sólo asomándose por la ventana, el 2% de luz natural que tenemos disponible… we’ll see.
Estamos en una etapa de tantos cambios y estamos haciendo tantas cosas, en realidad sentimos que estamos pasando a una etapa nueva, que decidimos empezar a dejar un registro… y armar este blog de una vez por todas!












